Un espacio seguro de permanente estudio e investigación para actores, directores y dramaturgos

Suerte, es también llegar a los lugares correctos desde nuestra formación; y ese lugar para mi se llama gimnasio de actores. Un lugar donde me sentí segura y fui capaz de conocerme a mí misma como ser humano y actriz

Mis años en el Gimnasio de actores fueron tan reveladores que aún hoy en día sigo cultivando los beneficios de lo aprendido entre sus clases. No solo las técnicas y las discusiones, que siempre agradecí, si no el cuidado riguroso y profesional del trabajo actoral sustentado siempre por la lectura y la disciplina. Teoría y práctica convergen en un espacio que en mi caso no solo me ayudó en lo actoral, si no que entre sus momentos privados e investigaciones aprendí mucho más sobre el arte de la escritura escénica y la dirección de actores también. Con los años comprendí que hay muy pocos espacios que te enfrentan al trabajo de la manera que el Gimnasio lo hace

El Gimnasio de actores es un lugar de observación y estudio de la conducta humana. Un espacio seguro donde me permití lanzarme al vacío, explorar mis miedos, prejuicios (que no sabía que tenía), emociones y donde entendí que el actor no se mete en la piel del personaje, sino que mete al personaje en su piel… y este personaje -que seguramente no llegó por casualidad- enseña, descubre y mueve.
La lectura es fundamental, la reflexión inminente... El gimnasio de actores es el lugar al que siempre deseas volver

El Gimnasio de Actores busca afinarnos como instrumento actoral de creación y juego en el espacio escénico que se nos presente. Del Gimnasio me llevo, entre otras cosas, esto: "fórmate para que cuando te llegue la oportunidad puedas aprovecharla al máximo.

Es tal cual un gimnasio, donde entrenas y tonificas tus ¨músculos¨ actorales. Aquí se fomenta la lectura y se exploran herramientas para comunicar de forma sincera a los personajes. Es un viaje de autoconocimiento a través del otro, el compañero de escena...

El Gimnasio de Actores significó el comienzo de mi reencuentro conmigo misma, desde el primer día de clases salí conmovida porque supe que había un lugar donde sentí que pertenecía. Formar parte del Gimnasio de Actores es saber que hay un espacio seguro donde somos libres...

En el Gimnasio de Actores aprendí haciendo, equivocándome, levantándome y volviendo a caer. Descubrí que la verdad siempre está en tu compañero de escena y que sólo se encuentra en la generosidad. Entendí que el riesgo es la única oportunidad y que el miedo en el arte no detiene sino mueve...

Gimnasio de Actores un espacio seguro en el que te puedes lanzar sin miedo. Ahí realmente descubrí por qué quiero ser actriz y cuanto trabajo necesito para lograrlo.

Un pequeño cuarto donde puedes saltar al vacío sin paracaídas, donde puedes tirarte de clavado en el mar más profundo de tu imaginación, sin salvavidas y sin riesgo alguno de ahogarte en tus emociones. Un lugar seguro donde tus compañeros y maestra te harán sentir...

Gracias a la disciplina, la pasión, el respeto y el corazón que le metes al Gimnasio de Actores lograste crear y establecer un espacio creativo para crecer y desarrollarse como ser humano y mantenerse activo como actor porque como dice el maestro "un actor se prepara.

Transformarte en un espacio, donde la obligación es descubrirte, el deber la lectura, el oficio abrazar el prejuicio y buscar la empatía, el decreto "soy un seductor y deseo ser seducido", amor por el oficio, respeto por el compañero y por el oficio de actor. Si, Un Gimnasio de Actores.

Pocas cosas me emocionan tanto como aprender. Para mí, sentir que una puerta se ha abierto a mi conocimiento es una experiencia intensamente emocional y humana. Por eso la actuación ha permanecido como la vocación primordial en la vida...